Actuación de teatro de voz de Andrea Navas y Enrique Gracia
Además de la poesía propia de este blog, os ofrezco algo de "teatro de voz" del que hacemos frecuentemente Andrea y yo. Tenéis una última grabación divertida en 2 videos de 8 minutos que se llama "Fea y con gracia" Está en youtube (PINCHAR) También está en nuestro blog de video-audio, junto a muchas otras grabaciones PINCHAR PARA IR A ESE BLOG (allí estará siempre enlazado todo) Ojalá os divierta algo. .
Al hilo de la anterior entrada, con un poema mío traducido por Elena Peralta, me escribe Rafael Banegas y me manda otro que también ha traducido él. ¡Que generoso! Ya desde ahora, nombro a estos dos amigos mis traductores particulares al catalán. Siempre podrán hacer con mis versos lo que les apetezca, y yo agradecido. Pongo aquí el poema que traduce Banegas (joven poeta extraordinario, dicho sea de paso) y luego el original en castellano. Por cierto, nada de poema en prosa (¿qué tontada es esa?) un poema escrito "a caja", sin escandir, pero descomponible en métrica convencional italiana, que no es lo mismo. Gracias por traducir, amigos, gracias por leer. .
EL POEMA
(Traducción al catalan de Rafael Banegas) .
AGAFI EL TESTIMONI QUI EL VULGUI
Era el meu ofici despertar cansat, evitar que la sang oxidés els baixos de les portes. Cuidar dels cantons on la pols conviu amb l'aranya.
Era el meu ofici permetre que l'aire es mantingués respirable, encara que tenyit d'ombra i de perfum amarg, de safrà enganyós, de crits de dones protestant per l'alè de la vida.
Maleït ofici aquest de contar els morts que fan cua a l'augusta oficina de l'oblit, al costat de les màquines de la malenconia, que ja no teixeixen ni fabriquen soroll.
Era el meu ofici, sí, tasca innoble i dura, malpagada, repleta de rumor i de xocar de jerres de cervesa ja buides. Treball miserable, proper a les frontisses, sempre al costat dels embarcadors solitaris, dels pobles nocturns que abandonen la vida.
Un ofici sense causa necessària, tan replet de càscares buides, de cendre encara calent i de veus llastimoses, tan necessari i tan inútil, tan extrany.
Ofici indeseable, veí de disputes i estrèpits, procliu a la massacre, resident a les caixes de sabates on l'odi es fa un nus als cordons i empresona els somnis. Era el meu ofici, era.
Ara m'allunyo sense saber a on. He decidit renunciar. No puc soportar aquesta càrrega per més temps.
Si el món que coneixo s'enfonsa, no serà per la meva causa sinó perquè no és just ni possible llançar tant de pes només sobre unes espatlles. . EL ORIGINAL: . TOME EL TESTIGO QUIEN LO QUIERA
Era mi oficio despertar cansado, evitar que la sangre oxidara los bajos de las puertas. Cuidar de las esquinas donde el polvo convive con la araña.
Era mi oficio permitir que el aire se mantuviese respirable, aun teñido de sombra y de perfume amargo, de azafrán engañoso, de gritos de mujeres protestando por el aliento de la vida.
Maldito oficio este de contar los muertos que hacen cola en la augusta oficina del olvido, junto a las máquinas de la melancolía, que ya no tejen ni fabrican ruido.
Era mi oficio, sí, tarea innoble y dura, malpagada, repleta de rumor y de chocar de jarras de cerveza ya vacías. Trabajo miserable, cercano a las bisagras, siempre al lado de los embarcaderos solitarios, de los pueblos nocturnos que abandona la vida. Un oficio sin causa necesaria, tan repleto de cáscaras vacías, de ceniza aún caliente y de quejidos, tan necesario y tan inútil, tan extraño.
Oficio indeseable, vecino de pendencias y alborotos, proclive a la masacre, residente en las cajas de zapatos donde el odio se anuda los cordones y aprisiona los sueños.
Era mi oficio. Era.
Ahora me alejo sin saber a dónde. He decidido renunciar. No puedo soportar esta carga por más tiempo.
Si el mundo que conozco se derrumba, no será por mi causa sino porque no es justo ni posible arrojar tanto peso sólo sobre unos hombros.
La poeta Elena Peralta ha traducido uno de mis poemas al catalán. Como se ve en la foto, estoy encantado. Creo que va a traducir alguno más. Por supuesto tiene mi permiso y mi agradecimiento para cuanto quiera hacer. Abajo, la versión en catalán y el original en castellano. Pertenece al libro "Crónicas del laberinto" que tuvo hace mucho el premio Feria del Libro de Madrid. El libro se agotó pero el poema se puede encontrar en mi Poesía Reunida hasta 2004 (sólo los 7 primeros libros) que se llama "Contrafábula".
Les batalles les guanyen els més forts, però no és important guanyar una batalla. El que importa de debò és jugar al fang amb les sabates noves, o venir tard a classe de francès perquè avui no plou.
Una vegada posada la senyeraa la torre més alta del castell, allò veritablement bo és menjar crispetes davant del televisor, rascant les orelles del gos de la casa, i esperar que arribi, a tot rem l'hora del sopar.
«ESTÁN LOCOS ESTOS ROMANOS», DICE OBELIX
Las batallas las ganan los más fuertes, pero no es importante ganar una batalla. Lo que importa de veras es jugar en el barro con los zapatos nuevos, o acudir tarde a clase de francés porque hoy no llueve.
Una vez puesta la bandera en la torre más alta del castillo, lo verdaderamente bueno es comer palomitas frente al televisor, rascando las orejas del perro de la casa, y esperar a que llegue, sin más cuentos, la hora de la cena.
No olvidéis que más allá de nuestra tarea como escritores somos divulgadores culturales. Nos complace llevar a los demás cuanto nos apasiona y hacemos en esta parcela de la cultura (poesía, teatro, cuentos...)
Gracias por leer, por escucharnos, por vernos... vuestra compañía es nuestro premio. Andrea y Enrique .
Nativo de las islas del silencio, aprendí las palabras como aprenden los niños a jugar: a todas horas. Primero eran hablar por no callar, vuelco del corazón imaginario. Luego empezaron a llegar sin cita previa, sin darme tiempo a reclamarlas, por su cuenta, a deshora, roncamente.
Desde hace tiempo —ya perdí la cuenta— vienen y van cuando ellas lo deciden, no basta convocarlas o tener una agenda que marque los momentos en que nos dispondremos a escribirlas. Su osadía y mi falta de paciencia se llevan mal y el juego ya no es gozo.
Las palabras me hicieron insolente, nacieron para el llanto y para el grito y se quedaron en mi voz clavadas como la luz que son, como la fiebre que terminan por ser, como la sangre. .
He puesto alguna entrada más sobre este libro llamado "Pentimento" en este blog.
Es mi último libro por el momento, salvo la difícil de conseguir "Hazversidades poéticas", pequeña antología, que salió con ocasión de la lectura en Libertad, 8, de Madrid, en el ciclo organizado por Jaime Alejandre, con la Editorial Absurda Fábula y el propio café Libertad, 8.
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Siento no poder regalar libros a diestro y siniestro. Los editores y libreros también comen.
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Sí os ofrezco aquí un video con un poema de ese libro.
El joven escritor, poeta y periodista, Rafael Banegas, ha escrito en http://www.revistadeletras.es/ , de http://www.lavanguardia.es/ un artículo sobre mi libro "Pentimento". Desde aquí le agradezco la deferencia y sobre todo la lectura atenta que ha hecho del libro. Incluyo el texto y los enlaces: . “Pentimento”, de Enrique Gracia Trinidad Por Rafael Banegas CorderoCríticas 17.04.10
Si hacemos una radiografía de este libro veremos que el esqueleto está formado por la tristeza, el abatimiento y la pérdida, pero también por la ironía y la esperanza, y que a éstos huesos los recubre una carne trufada de imágenes sorprendentes y versos escrupulosamente trabajados . Éste sería, para mi, un resumen poco ortodoxo de Pentimento, el último libro de Enrique Gracia (Madrid, 1950), publicado por Sial Ediciones.
Desde el cuadro de la portada de Teo Puebla (magnífico, por cierto) al último poema del libro, aparece el desengaño y la constatación del paso del tiempo; es tarea del poeta, entonces, mirar atrás y rendir cuentas con uno mismo: de ahí el título, pentimento (“arrepentimiento” en italiano). En palabras de Ed Robinson en las notas iniciales al libro, “En la vida real, ¿quién podría ejercer el pentimento, arrepentirse, corregir lo vivido, cambiarlo, añadir nuevas capas de pintura hasta que lo nuevo ocultara lo antiguo?”, y este poeta madrileño, a falta de técnicas reales para llevar a cabo tal empresa, se sirve de la ficción para sacudir el pasado, destilarlo y diluirlo en un presente negro (… esa oscuridad/ hace ya tiempo que nos envuelve) que tiene a la muerte como telón de fondo o como protagonista (La última dama, Un día más) y con la que entabla un diálogo en el poema La visita oscura, delicioso, lúcido e irónico.
Sin embargo, también aparece, como leitmotiv constante, para resaltar esa dicotomía muerte-vida, la consigna que el yo poético intenta trasmitir a la multitud entre tanto estropicio: resistir a estos tiempos convulsos y – acaso más importante - a nosotros mismos, porque como dice en el poema Sin nada que perder “A estas alturas alturas todo lo que importa/ es eso: que no hay nada que perder,/ salvo perdernos a nosotros mismos“. Mientras iba leyendo, recordaba el título del poemario de Ángel González de 1961: Sin esperanza, con convencimiento, pues Enrique Gracia escribe “aún juntamos las manos implorando“. Implorando esperanza, añado yo. ese presente casi imposible de asumir o transformar, propone el clásico Carpe Diem, que no por tópico deja de estar vigente (menos todavía después de los bellísimos endecasílabos que lo envuelven) y el seguir haciendo ruido (Canción para despertar a Dios) para interrumpir el letargo de la conciencia, según mi lectura, aunque el título diga la contrario: “Para que Dios despierte,/ llegue a tiempo al trabajo,/ y recuerde que estamos aquí, donde nos puso, habrá que armar barullo esta mañana“. También brilla con luz propia la ironía (trágica, en ocasiones) que emplea magistralmente en poemas como Desconsuelo, donde un asesino se encuentra que su víctima se había suicidado, o en Condescendencia, que dice
“El Nudo Gordiano no quiso desilusionar a Alejandro, pero ya estaba a punto de soltarse él solo “,
aunque donde mejor se ve reflejado el uso que le da el poeta se encuentra en su libro Sin noticias de Gato de Ursaria, publicado en Visor, que se llevó el Premio Emilio Alarcos en 2004.
El mapa (poético) en el que se mueve Enrique Gracia es tan ecléctico que combina los poemas de aliento largo, que resultan manifiestos éticos o arenga desesperada, escritos en una prosa poética vertiginosa y cargada de imágenes de raíz cotidiana pero elevadas hacia la eternidad
“Era mi oficio, sí, tarea innoble y dura, malpagada, repleta de rumor y de chocar de jarras de cerveza ya vacías. Trabajo miserable, cercano a las bisagras, siempre al lado de los embarcaderos solitarios, de los pueblos nocturnos que abandona la vida” (fragmento de Tome el testigo quien lo quiera),
con otros que podríamos llamar minimalistas, que hacen de lo básico y sencillo su signo de identidad, y que el autor recoge de tradiciones tan dispares como la castellana o la oriental (una soleá, un tanka); aunque el influjo de esta última no sólo se deja sentir en las formas métricas, sino también en los temas, en creaciones como Jardín Japonés o Testamento apócrifo de Li Po. (No en vano, hizo la versión castellana de poemas traducidos del chino por Xu Zonghi, Cantos de amor y de ausencia, Hiperión, Madrid, 2002). Asimismo, bebe, sobre todo, de autores como León Felipe (al que dedica un poema cuyo título es un claro intertexto del poeta zamorano: Me han dormido con todos los cuentos), o Ángel González, cuyos versos abren el poemario, pero sin descuidar la producción de sus coétanos o de los escritores más jóvenes, como el Premio Nacional de Poesía Juan Carlos Mestre (que realiza el proemio del libro) o Miguel Losada.
Al acabar, queda un regusto amargo pero a la vez una pizca de esperanza, un “no está todo perdido”. En fin, brillante libro el que nos brinda Enrique Gracia Trinidad, gran poeta (no suficientemente reconocido, a pesar de haber ganado un accésit del Adonáis en 1972 o tener recogida ya su obra completa en Contrafábula, 1972-2004, Sial ediciones, 2004) que actualmente está dedicado plenamente a la creación literaria y a la divulgación cultural en Madrid, solo o en compañía de Soledad Serrano, en actos en los que tiene cabida la poesía y el teatro, la historia de España y cualquier otro campo del saber que merezca ser conocido y reivindicado.