(Foto EGT. Expo en Salamanca)
El primer poema de mi libro "Tiemp de Apocalipsis".
Si alguien quiere ver el libro completo, está en:
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"Cuando el Cordero abrió el séptimo sello, se hizo
un silencio en el cielo, como de media hora" (Apoc. 8.1)
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I.
EL SILENCIO HA CRECIDO Y ESTA SOLO.
Buscaremos la risa de los niños
y no la encontraremos,
ese leve chasquido de las hojas
pisadas en los parques,
un susurro del sol en nuestro rostro,
el perfecto latido
que hace dormir la mano sobre el pecho,
ese temblor de azúcar y de sangre
que se esconde en los besos de la sombra.
Será búsqueda inútil,
tiempo desvencijado en los oídos.
Dormirán la canción,
los gritos de terror y la blasfemia,
el violín y la flauta, la cuchara,
el llanto de la mar contra la tarde.
No sonarán las copas ni el vino de las copas,
ni el viento en las ventanas, o la lluvia,
ni la tenue palabra de los enamorados.
No acudirán las órdenes al rostro
ni el grito a la garganta.
Durante el plazo estipulado
no se oirá al mercader,
estará mudo el padre de la patria,
volarán las canciones de cuna y las baladas
al país de los sueños,
y todos los relojes
contarán sin hablar treinta minutos.
Hasta la voz de Dios cumple el silencio.
un silencio en el cielo, como de media hora" (Apoc. 8.1)
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I.
EL SILENCIO HA CRECIDO Y ESTA SOLO.
Buscaremos la risa de los niños
y no la encontraremos,
ese leve chasquido de las hojas
pisadas en los parques,
un susurro del sol en nuestro rostro,
el perfecto latido
que hace dormir la mano sobre el pecho,
ese temblor de azúcar y de sangre
que se esconde en los besos de la sombra.
Será búsqueda inútil,
tiempo desvencijado en los oídos.
Dormirán la canción,
los gritos de terror y la blasfemia,
el violín y la flauta, la cuchara,
el llanto de la mar contra la tarde.
No sonarán las copas ni el vino de las copas,
ni el viento en las ventanas, o la lluvia,
ni la tenue palabra de los enamorados.
No acudirán las órdenes al rostro
ni el grito a la garganta.
Durante el plazo estipulado
no se oirá al mercader,
estará mudo el padre de la patria,
volarán las canciones de cuna y las baladas
al país de los sueños,
y todos los relojes
contarán sin hablar treinta minutos.
Hasta la voz de Dios cumple el silencio.
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TIEMPO DE APOCALIPSIS ESTÁ INCLUIDO EN "CONTRAFÁBULA"
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6 comentarios:
Sin comentarios, querido Maestro... No me quedan, después de leerte.
Con un beso grato, me basta.
Que hermosa manera de comenzar Diciembre, Maestro, ahora sí, con mayúsculas.
Gracias por regalarnos esta belleza. Prometo seguir leyendo y leyendo hasta que, quizá por suerte o casualidad, algo se me pegue de tí.
O solo un beso...
Estremecedor.
Mi comentario sobre todo el libro está en el enlace...porque, si alguien ama, de verdad, la Literatura, la Poesía, debe leer todo el libro, no sólo este increíble poema. Como allí digo... antes de que el gran Silencio nos alcance a todos. Este "Tiempo de Apocalipsis" si que es para quitarse el sombrero y mirar si alguna Justicia Divina (esperanza inútil, supongo) borra del mapa a tanto melifluo cantor, a tanto vano artesano de palabras e ideas manidas. Tú a lo tuyo, que es lo nuestro, al menos que es lo mío.
Un abrazo.
Querido Enrique:
Después de leer “Tiempo de Apocalipsis”, saber que estás vivo, que has hallado la contraseña y las llaves que abren tu corazón de porcelana...treinta minutos de silencio son muy pocos para leer el mundo reflejado en tus poemas.
Ese tablero desolado donde cabalgan los cuatro briosos corceles sembrando hambre, desolación y muerte. Ese mundo donde todo se compra y se vende.
Ese mundo de ídolos vacíos de alma. Ese mundo donde también he encontrado luz, esperanza... y magníficos poemas. Enhorabuena
Un saludo
Enrique, yo también quiero que se me pegue (aunque sólo sea un poco) algo de tí: "Ese temblor de azúcar y de sangre". La belleza de estas palabras me recuerdan al sabor dulce de la vida en constante conexión con el fluir de las venas; esa sensación de felicidad que, a veces, sólo a veces, tenemos los humanos.
Un poema maravilloso, como todos los tuyos.
Un beso.
Mila
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